Mi historia: un puente entre la mente, la energía y el amor

Desde pequeña, los números y la lógica me ofrecían refugio. Estudié economía porque los números me hacían sentir en casa. Pero, como suele suceder con los grandes llamados, la vida me tenía preparado un camino más profundo.

Mi verdadero despertar llegó cuando conocí la numerología, los ángeles y el neurocoaching. Fue entonces cuando comprendí que la ciencia y la espiritualidad no eran mundos opuestos, sino aliados poderosos. Empecé a ver cómo el cerebro, en sintonía con las leyes del universo, puede ser una herramienta para transformar nuestra realidad. Y ahí comenzó todo.

Un regalo que cambió mi vida

Durante mis años universitarios, tuve mi primer contacto con la numerología a través de una materia optativa. Años después, en 2020, un regalo de mi madre marcó un antes y un después: un análisis numerológico personal. En ese momento, entendí de una manera profunda quién era realmente. Mi nombre, mi fecha de nacimiento… todo tenía una razón de ser. Fue un momento impactante, una revelación.

El despertar a través de la maternidad

Siempre soñé con ser madre. El día que supe que venía mi hija, creé un documento al que llamé Plan Camila, donde volcaba todo lo que aprendía sobre crianza consciente. Con el tiempo, ese documento se convirtió en una guía viva, compartida con otras mujeres que también buscaban una maternidad desde el amor, el respeto y la consciencia.

La maternidad me transformó por completo. Me llevó de ser una mujer controladora, perfeccionista, con un lenguaje muchas veces sarcástico y agresivo, a ser una mujer que fluye, que escucha, que se permite sentir, que se comunica desde el amor y honra los silencios. Aprendí a soltar el control y a abrazar la imperfección como parte de mi verdad.